Creía que las Cortes de Aragón eran mi casa, mi lugar de reuniones con colectivos, de comisiones, en definitiva, mi vida. Esta semana pasada, me ha demostrado que estaba confundida, que la vida te da lecciones y hay que asumirlas.
Cada día nos conectamos los miembros del grupo parlamentario de las Cortes para comentar las últimas novedades, las declaraciones de dirigentes políticos, los reales decretos, temas económicos o sanitarios. Pero la parte más cercana a las personas llega cuando llamo a nuestros alcaldes/as y concejales/as para saber cómo están en sus pueblos o si necesitan algún tipo de ayuda. Magnífica la labor que han hecho en sus municipios, creando redes de apoyo para sus vecinos/as. Son muy valientes. Por la tarde, lectura, gym, aplausos y pensar que ya queda un día menos para que termine esta pesadilla.
Cuando termine esta pandemia, deberemos valorar toda la solidaridad, compromiso y responsabilidad de la sociedad aragonesa y debemos pensar qué futuro queremos para Aragón, qué futuro queremos para nuestros hijos e hijas porque vamos a vivir ese futuro de manera diferente.
Un aplauso muy fuerte para las personas que nos cuidan y cuidamos y mi repulsa a las que no cumplen las normas y ayudan a que esta pandemia dure más días.
Pronto saldremos de esta, y habremos demostrado la cara más humana de las personas, la verdadera, la que nos hace seguir hacia adelante. #NosQuedamosEnCasa, por tí y por mí
