En Zaragoza, a 30 de diciembre de 1977.
Ante mí, David Mainar Pérez, Notario de Zaragoza, comparecen para constituir una Asociación Política al amparo del RD Ley 12/77, Don Isaías Zarazaga Burillo, Don Hipólito Gómez de las Roces y 24 personas más. El nombre elegido es el de Partido Aragonés Regionalista (PAR)“
De esos 26 fundadores más de la mitad han fallecido y ninguno sigue en política activa. La semilla del nuevo partido fue la Candidatura Aragonesa Independiente de Centro (CAIC) que en las elecciones de 15 de junio de 1977 había obtenido un diputado y un senador. Un grupo de ciudadanos, hombres y mujeres ideológicamente de centro, se unieron para aglutinar y promover el aragonesismo integrador e interclasista que fue el PAR. Un movimiento que pronto se extendió por el Aragón urbano y rural.
Inmediatamente nos pusimos a crear la organización interna del partido para desarrollar nuestro proyecto político. El año 1978, fue intenso tanto por el incremento de militantes, hubo familias enteras que se afiliaron, como por el trabajo de los dos representantes en las Cortes Generales cuando se redactaba la Constitución del 78. En ella hay reflejos claros de los portavoces del PAR como en el art. 27 sobre la libertad de enseñanza.
También la creación de una estructura que nos permitiera comparecer en las citas electorales de 1979, generales y municipales. Teníamos el reto de plasmar el ideario político en acciones concretas y asentadas en el territorio a través de las candidaturas municipales. Quince años después teníamos 29 sedes, desde donde ejercíamos nuestra vocación municipalista, que tuvo su recompensa en las elecciones municipales del año 93 en las que, tras presentar a más de 3.500 aragonesistas en 500 candidaturas obtuvimos más de mil concejales. Con el tiempo el Partido tuvo representación en el parlamento europeo, las Cortes Generales, las Cortes de Aragón con la presidencia del gobierno autonómico en dos legislaturas, las Diputaciones Provinciales, dos de las cuales llegamos a presidir, y las alcaldías de las principales ciudades, entre ellas Huesca y Teruel. La desaparición de UCD en el 82 y del partido reformista en el 86 ayudaron al crecimiento del PAR.
Ahora vemos con preocupación el retroceso del aragonesismo. En el año 87 sólo el PAR tenía 19 diputados en las Cortes. Ahora PAR y Chunta tienen 6.
El PAR usó de forma repetida un eslogan electoral para evitar confusiones “Queremos hacer Aragón sin destruir España” mientras los partidos estatales ni hacían Aragón ni impiden que España se destruya. Estatutariamente buscábamos asegurar el desarrollo de la comunidad aragonesa, propugnando la justa distribución de la riqueza existente, rechazando la violencia y confiando en el diálogo y la moderación, definiéndonos como un partido de centro y de tendencia social progresista.
En nuestra acción política también cometimos errores, que 20 años después se ven con mayor claridad. Algunas alianzas electorales y pactos de gobierno que difuminaron nuestra personalidad y mensaje y el hecho de que algunos de nuestros candidatos a las instituciones después de salir elegidos no siguieran en ellas, rompiendo unilateralmente el contrato con los ciudadanos que nos habían votado.
Tengo muy presente que la estrategia y tácticas políticas han cambiado, y ahora se busca el cortoplacismo, la profesionalización y la partitocracia que todo lo invade. El hecho de que en esta legislatura en las Cortes de Aragón haya ocho grupos parlamentarios lo dice todo. Gobernar así es tarea casi imposible, limitándose a ver pasar el tiempo, sin un proyecto político homogéneo, porque juntar el agua y el aceite es imposible.
Desde septiembre del 93 el PAR entró en declive fundamentalmente por el llamado Gomarcazo, una moción de censura del PSOE apoyada por el diputado Gomáriz del PP. Aquel día en Aragón se rompieron muchas cosas. El todo vale en política fue ganando terreno, pero esa es otra historia.
Con la objetividad de 20 años sin responsabilidades en el partido aprovecho esta oportunidad para rendir homenaje a cuantos en mis 13 años de presidencia del PAR hicieron posible una empresa de éxito de la que sentirnos orgullosos. Ahora son otros, mis sucesores, los que tendrán que dar explicaciones sometiéndose a la opinión pública y explicar a la militancia el camino recorrido. Convocar un congreso ordinario, pospuesto sine die, es una buena oportunidad, aunque no se haya sido fundador ni militante de base y se haya afiliado el día que se le ofreció un cargo. Apelo a su responsabilidad.
José María Mur es co-fundador del PAR y lo presidió desde 1987 al año 2000.