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Preguntad, preguntad, malditos

Modifico (pidiendo perdón) el título de la gran película de Sydney Pollack para hacer esta petición a los periodistas: A los que están en prácticas, a los que acaban de terminar la carrera, a los que llevan unos años ejerciendo la profesión y a los que tienen, siendo grosero, “el culo pelao”. ¡Preguntad!

Que sí, que el número de periodistas mengua de forma continua en las redacciones (sobre todo en las radios y en la prensa) y se tienen que ocupar cada vez de más cosas, de más secciones, y toca acudir a dos o incluso tres ruedas de prensa. Pues cuando se vaya a cubrirlas (si es que hay que hacerlo) al menos, preguntad.

Que sí, que los gabinetes de prensa de las diferentes administraciones cada vez están más musculados (y las redacciones, más esqueléticas) y nos desbordan con notas de prensa, perfectamente empaquetadas con sus audios y fotos, para que no nos falte de na, como dice la canción. Son esos gabinetes que nos convocan a ruedas de prensa. Pues a preguntar. Con criterio, con rigor, pero preguntad. Y si hace falta, repreguntad

Ya sé (sabemos) que lo idílico es tener tiempo para “levantar” temas propios, para consolidar fuentes de información que te cuenten lo que no quiere “la oficialidad”. La realidad es que por las urgencias y las prisas se acude demasiado a los gabinetes de prensa a pedir temas, a pedir contactos, entrevistas, a pedir…. como esos polluelos a los que su madre les da de comer de su pico, y que se ven tan indefensos

Por eso, hasta que el periodismo viva tiempos mejores (ay, si es que llegan), hagamos lo mínimo que nos exige nuestra profesión, que tiene dos objetivos fundamentales: informar de un modo veraz y controlar al poder, o al menos intentarlo. 

A cualquier periodista le gustaría ser el Woodward del Watergate. Y ese, lo pongo como ejemplo, tiene que ser un objetivo a perseguir. Conseguir la gran exclusiva. Trabajarte ese tema que impacte en la sociedad. Pero ni voy de buenista, ni soy gilipollas. Sé los tiempos en los que está la profesión. Por eso, qué menos que preguntar para sentirnos algo vivos. Si no, un primate evolucionado en una sala de prensa podrá hacer nuestro trabajo.

Pepe Lasmarías

Periodista