La política aragonesa se encuentra en estado de shock desde la noche del pasado 13-F. A los líderes políticos aragoneses, principalmente a los dirigentes de PP y PSOE, les ha provocado un escalofrío helador el complicado mapa político de Castilla-León que dejan unas elecciones diseñadas para mayor gloria del PP y que al final se han convertido en su mayor pesadilla, y de la de todos. Es cierto que la realidad de nuestra comunidad vecina es distinta a la aragonesa y que, por lo tanto, es cuestionable extrapolar esos resultados a las autonómicas y municipales de mayo de 2023. Todavía falta más de un año y en política ése es mucho tiempo. No obstante, las elecciones del domingo ofrecen algunas imágenes inquietantes para los partidos de Aragón.
Primera fotografía: el auge de VOX parece imparable. Al votante conservador ya no le da vértigo votar a los ultras. Es más, se echa en brazos del partido de Abascal, antes que decantarse por una mala copia de la extrema derecha que es en lo que se ha convertido un PP que no para de dar tumbos como un pollo sin cabeza. En estos momentos el PP de Madrid está ardiendo con el escándalo, otro más, del espionaje y de sus cenizas se va a alimentar también la ultraderecha. Como también se está nutriendo VOX de los electores cabreados, que antes se decantaban por la abstención o por Ciudadanos, del que ahora huyen en estampida.
Segunda fotografía: De seguir su caída en picado, Ciudadanos no será la tabla de salvación en la que pueda agarrarse Jorge Azcón para huir de las garras de los ultras. Azcón no quiere gobernar con VOX, pero no tiene reparos en buscar sus votos para los presupuestos municipales. Lambán también prefiere mantener vivo a Ciudadanos antes que adentrarse para gobernar una nueva legislatura en complicadas geometrías que pivoten en torno a Aragón Existe, la marca que Teruel Existe tiene previsto relanzar para recoger en las autonómicas el voto desencantado con los grandes partidos. Esta es la tercera fotografía. El auge del localismo va a más y su presencia en las próximas autonómicas daña principalmente al PSOE. En Castilla-León, los votos socialistas de hace cuatro años se han ido a Soria Ya y a las otras fuerzas de ámbito local.
Cuarta y última fotografía: Podemos lleva camino de ser residual.
Para algunos, es ya urgente pasarse por el rincón de pensar.