La pesca de arrastre está en marcha. Ha llegado el momento de tirar la caña de pescar en la política aragonesa, de pescar candidatos en aguas ajenas. En las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo hay mucha pesca en juego. El popular Jorge Azcón ha lanzado todos los anzuelos con un único objetivo: la Presidencia de Gobierno de Aragón. O logra el sillón del Pignatelli o el actual alcalde de la quinta ciudad de España será degradado a un cargo con menos brillo, liderar la oposición en las Cortes. Se juega ser o no ser en política.
Como si fuera un siluro que tanto abunda en el Ebro, Azcón ha abierto la boca para engullir a todos los pececillos que se pongan a su alcance, procedan de Ciudadanos, a estas alturas sin candidatos ni primarias y que nada hacia su desintegración, o bien del PAR, muy debilitado con la moción de censura que ha echado a Arturo Aliaga, los contenciosos judiciales que se han lanzado los diferentes sectores y la escisión protagonizada por militantes críticos liderados por Elena Allué, quien ha avanzado que se presentará a las elecciones a bordo de la recién creada plataforma Aragoneses.
Y desde el Diario de Teruel se ha sumado a este río revuelto el que fuera todopoderoso líder del PAR, José Ángel Biel, quien le ha dejado su caña de pescar a Azcón calificándolo de “gran líder” y llamando, sorprendentemente, a agrupar en el PP al descontrolado voto del centro derecha. Hay más de 140.000 votos nadando sin control, un bocado muy apetecible que va a ser determinante la noche del 28-M.
En la orilla, el socialista Javier Lambán ve con preocupación lo revueltas que bajan unas aguas que hasta hace poco eran un remanso de paz y que ahora enturbian su deseo de repetir mandato con el PAR y, también por qué no, con Ciudadanos. El dirigente socialista sabe perfectamente que navegar los próximos cuatro años en compañía de Podemos, CHA, Teruel Existe e Izquierda Unida, si le garantizan la mayoría absoluta, no va a ser ni mucho menos un crucero de placer.