“Estimado Alejandro:
Como ya te adelantó el pasado domingo el Consejero Felipe Faci, el Gobierno de Aragón no comparte el reparto de pruebas y sedes propuesto para la candidatura de los Juegos de Invierno de 2030 y, en consecuencia, no estará presente en la reunión que has convocado mañana para dar el visto bueno a ese reparto.”
Así comienza la carta que el pasado jueves envió Javier Lambán al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, en la que le anunciaba por escrito, para evitar malos entendidos, su ausencia en la cumbre del viernes en Madrid. Entiende Lambán que la candidatura olímpica no está diseñada en pie de igualdad entre Aragón y Cataluña. Y advierte en la carta que no se trata de una apreciación personal, sino que tienen la misma percepción 58 de los 67 diputados de las Cortes de Aragón. Incluso los representantes del Pirineo rechazan también la propuesta de reparto de las pruebas, que margina a Formigal y Cerler, dos de las mejores estaciones de esquí del país.
Segundo plantón de Lambán a Pere Aragonés en poco más de un mes. Es el que parece el fin más lógico de una candidatura que empezó mal, que fue a peor y que estaba llamada a acabar mal. Desde el primer día ha sido un campo minado de constantes desprecios y de zancadillas hacia Aragón de un Gobierno catalán que nunca ha creído en los Juegos, pero que ha querido acaparar a última hora todo el protagonismo en su diseño. Y lo ha hecho con la complicidad del Gobierno central, porque no cabe entender de otra forma la encerrona del presidente del Comité Olímpico Español anunciando hace unos días a bombo y platillo que había acuerdo con la candidatura. El Gobierno aragonés no dejó pasar ni una horas en responderle. Sacó los colores al presidente del COE rechazando que hubiera acuerdo.
Lambán no se fía de su colega catalán. Eso es evidente. No quiere que el sueño olímpico se transforme en una pesadilla sin fin. Como le sucediera a Pedro Sánchez con Podemos, Lambán no dormiría tranquilo con un socio como el catalán.que entiende que no es fiable y que puede llegar incluso a ignorar de forma unilateral lo pactado y firmado previamente. El presidente de Aragón se juega mucho cuando falta poco más de un año para las elecciones autonómicas. No obstante, antes de enterrar definitivamente la candidatura olímpica, Lambán ha anunciado que presentará en los próximos días su propuesta alternativa. Si esta última opción fracasa, ya ha comenzado a aparecer en escena la posible candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2040, precisamente el sueño anhelado por el presidente del COE y el broche de oro a más de 16 años en el cargo.