Tengo la suerte de hacer el confinamiento en mi casa desde donde puedo ver el río Manubles en Ateca. Por cierto, hoy con una crecida considerable. Entre trabajo, lectura, televisión y conversación con mi mujer y con mi hija, y con el resto de familia, telefónicamente.
Ya queda menos para ganarle la partida al COVID-19. Ánimo. Si nos quedamos, ganamos. Un abrazo a todos”.