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Bip, bip, biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiip, bip. Éste ha sido el latir agónico, casi a las puertas de la UCI, de la política aragonesa en las últimas semanas. Un ritmo cansino sólo alterado por la escalada imparable del virus mortal y por las ruedas de prensa de la consejera de Sanidad que nos ha hecho temblar cada vez que salía a escena.
Los miembros del Gobierno del cuatripartito han estado desaparecidos en este tiempo, sin apenas actos públicos en la agenda y refugiados en la seguridad de las paredes del Pignatelli, cuando era más necesario que nunca ofrecer una imagen de normalidad. La verdad es que algunos, como la consejera de Universidad, llevan desaparecidos desde el inicio de legislatura. Seguimos sin conocer el modelo diferente que propugna Podemos para la Universidad.
Mientras, el presidente Javier Lambán ha estado a lo suyo, metiéndose en algún que otro charco, como cuando en un tuit polémico cuestionó el cambio climático.
El presidente de los populares aragoneses lleva tiempo en estado de permanente hibernación del que solo sale en contadas ocasiones.
¿Y la oposición? Pues haciendo una oposición a desgana. Una oposición ni constructiva ni destructiva, “automática” como Lambán calificó con su habitual ironía el miércoles en las Cortes la actitud del líder del PP, Luis María Beamonte. El presidente de los populares aragoneses lleva tiempo en estado de permanente hibernación del que solo sale en contadas ocasiones. ¿Es la suya una estrategia de perfil bajo buscada en tiempos de pandemia? ¿una moderación pensada para ir ganando poco a poco terreno y votantes a Ciudadanos, que mantiene su fidelidad a Lambán?
La visita de Pedro Sánchez a Zaragoza ha tenido un efecto ‘red bull’ para el Gobierno del cuatripartito, que se ha puesto las pilas
Pero de repente, como si la visita del viernes de la pasada semana de Pedro Sánchez a Aragón, a la tercera va la vencida, hubiera sido el red bull que todos esperaban como el maná, Lambán puso las pilas a su Gobierno el lunes y anunció que este año va a aprobar 21 leyes, 21 modificaciones de leyes, once decretos legislativos, 94 decretos, 77 órdenes y una directriz.
Ahí es nada. Toda una batería de acciones para hacer frente a las críticas de falta de energía del cuatripartito que en el último año se ha volcado en luchar contra una pandemia que le ha empujado de nuevo a la casilla de salida de esta legislatura.