El pleno de las Cortes de Aragón aprobó el pasado jueves, con los votos a favor del cuatripartito y el rechazo de IU, PP, Ciudadanos y Vox, el nuevo impuesto sobre depuración de aguas residuales de Aragón, que sustituye al controvertido ICA y que entrará en vigor el 1 de enero de 2022.
Según el PSOE, el nuevo impuesto medioambiental sobre las aguas residuales, que no tendrá carácter retroactivo, no se girará en Zaragoza hasta 2023 y no supondrá un mayor desembolso para las familias respecto al actual. La DGA prevé que dejará de ingresar cada año más de 5 millones de euros.
El nuevo impuesto tendrá un tramo fijo de 4,62 euros al mes y uno variable vinculado al consumo. Penalizará el derroche de agua.
Lo explica el diputado socialista Óscar Galeano en el vídeo siguiente: