Año nuevo, Presupuestos viejos

Aragón ha comenzado el año nuevo tal y como acabó: sin los presupuestos aprobados. Se han prorrogado ya los de 2024 a la espera de acontecimientos. Jorge Azcón aseguró solemnemente en el último pleno de las Cortes del pasado año que habrá presupuestos, aunque no especificó cuándo los aprobará y los llevará a la Cámara. Para Azcón, este nuevo curso político que ahora se abre supone volver a empezar porque, a diferencia del pasado año, se ha quedado en minoría, sin su socio de VOX. Quería gobernar en solitario y ya está solo con el apoyo insuficiente de sus diputados. Y ahora necesita como mínimo la abstención de su exsocio y de Teruel Existe, y el voto a favor del PAR para sacar adelante su segundo presupuesto de la legislatura, que es fundamental para impulsar la lluvia de anuncios de inversiones que se han realizado en los últimos doce meses. Sólo la ola de proyectos de multinacionales supera los 40.000 millones de euros.

Ante este aluvión inversor histórico, Azcón quiere seguir ofreciendo a Aragón como una comunidad estable y fiable. Y para eso, necesita aprobar el presupuesto. Sería sorprendente que su protegida Natalia Chueca lo haya conseguido en el Ayuntamiento de Zaragoza y Azcón no lo pueda lograr. Es cierto que no es lo mismo negociar con el concejal ultra Julio Calvo que con Alejandro Nolasco, el portavoz de Vox en las Cortes, que desde su divorcio con Azcón lanza duros reproches hacia su exsocio y a menudo actúa sometido a los caprichos y vaivenes estratégicos de Abascal. “No sé a qué leches está esperando”, le ha afeado esta semana su exsocio a Azcón. Habrá que estar atentos en las próximas semanas al desenlace de esta historia de amor y odio presupuestario entre PP y Vox.

Este periodo que ahora se inicia también es clave para el PSOE, que en marzo decidirá el nombre del sustituto de Javier Lambán al frente de la secretaría general del partido en Aragón en los últimos catorce años. Años de gloria para el PSOE que, tras dos legislaturas en el Gobierno de Aragón y al frente de las principales instituciones de la comunidad, atraviesa sin rumbo claro por una dura travesía del desierto. Quién dirigirá a los socialistas aragoneses a partir de marzo: Darío Villagrasa, que parece haber sido empujado a la candidatura por los afines a Lambán, o Pilar Alegría, que cuenta con el apoyo de Pedro Sánchez. El ganador saldrá de las primarias de febrero, siempre que antes no haya un acuerdo de consenso entre ambos candidatos que evite aumentar la fractura interna del PSOE aragonés, la única federación en la que un ministro/a de Sánchez afronta unas primarias.