El líder aragonés coloca a Sánchez en una situación de fragilidad al exigir que el ministro no puede seguir “ni un día más”. Un proyecto de ley del Gobierno autonómico en tramitación en las Cortes alerta de la desaparición de las explotaciones familiares a causa de la ganadería intensiva y limita a 720 las cabezas de ganado
El feroz ataque que el presidente aragonés y barón socialista, Javier Lambán, ha lanzado contra el ministro de Consumo, Alberto Garzón, por rechazar en declaraciones al periódico The Guardian el modo de producción de las macrogranjas, ha sacudido a la alianza de cuatro partidos que gobierna Aragón.
Podemos se ha apresurado a recordarle a su socio de coalición que en estos momentos está en tramitación en las Cortes autonómicas un proyecto de ley del Gobierno que precisamente cuestiona con dureza el modelo de la ganadería intensiva al poner en peligro las explotaciones familiares y limita las dimensiones de las denominadas macrogranjas de ganadería intensiva. Chunta Aragonesista, también en el cuatripartito, ha realizado una defensa de la ganadería extensiva y advierte que “el ruido innecesario” no ayuda a afianzar el sector en el medio rural aragonés.
El ‘papelón’ de Sánchez
Las duras afirmaciones de Lambán, que han tenido un amplio eco en la prensa nacional, han colocado igualmente al presidente Pedro Sánchez ante una situación de fragilidad, ya que el dirigente aragonés ha exigido públicamente en dos ocasiones la dimisión de Garzón. “Estas desgraciadas e insensatas declaraciones son una agresión directa a una parte importante de la economía aragonesa, que se esfuerza por ser competitiva y sostenible. El que las hace no puede ser Ministro de España ni un día más. Es en sí mismo un insulto a la inteligencia”, se despachó Lambán en un tuit. Garzón ha anunciado ya que no está dispuesto a dimitir, por lo que la pelota está ahora sobre el tejado de Sánchez, quien parece dispuesto a correr un tupido velo cuanto antes sobre una polémica que se ha limitado a lamentar.
Sin embargo, Lambán, que coincidiendo con esta controversia buscó la foto este lunes en una planta de elaborados cárnicos de la localidad turolense de Mata de los Olmos, no parece que dé por zanjada la cuestión y ha anunciado la puesta en marcha de una campaña institucional para promocionar y poner en valor la ganadería aragonesa. La campaña, que comenzará en The Guardian, busca garantizar la calidad y seguridad de las producciones de carne aragonesa y también va a incidir en “el compromiso y ejemplaridad” de la comunidad con la “sostenibilidad y competitividad”. El presidente aragonés considera que las afirmaciones del ministro Garzón, de las que se han desvinculado otros miembros del Gobierno, además del propio Pedro Sánchez, suponen un ataque a la ganadería aragonesa, que, según cifras del Ejecutivo autonómico, supone el 3,6% del PIB de la comunidad y da empleo a casi 20.000 personas.
Ley de apoyo a la ganadería familiar
“Parece que el presidente no se lee las leyes que propone su gobierno. En esta protección y modernización de la agricultura familiar y del patrimonio agrario de Aragón que está ahora a debate os recomiendo el artículo 8 y exposición de motivos”, tuiteó el coordinador de IU en Aragón y diputado de las Cortes, Álvaro Sanz, en respuesta a la andanada lanzada por Lambán. Sanz se refirió al proyecto de ley de protección y modernización de la agricultura familiar y del patrimonio agrario de Aragón, aprobada en verano por el Gobierno de Lambán y actualmente en tramitación en las Cortes regionales.
Esta futura ley afirma lo siguiente en su exposición de motivos al referirse a las consecuencias de la ganadería intensiva: “La agricultura familiar y el modelo a ella asociado está sometido a riesgos especialmente relevantes en el ámbito de la ganadería intensiva, en el que se observa una tendencia hacia explotaciones ganaderas cuyas dimensiones pueden poner en peligro tanto la sostenibilidad ambiental del territorio, como la sostenibilidad económica y social relacionada con el modelo que esta ley pretende impulsar. La importancia de la ganadería en Aragón se manifiesta en el elevado porcentaje de la producción final agraria que supone, siendo necesario asegurar su desarrollo y crecimiento equilibrados. Esto obliga a ordenar el crecimiento de las explotaciones ganaderas intensivas de todo tipo de especies, no solo del porcino, sino también de las aves y las explotaciones de cebo de rumiantes, dados los riesgos de un crecimiento desequilibrado. Debe adecuarse la implantación de las explotaciones ganaderas intensivas a criterios de ordenación territorial, en relación con la capacidad receptora de estiércoles de las superficies agrarias del entorno, impulsando la economía circular, evitando la expulsión del modelo de explotación familiar y profesional y contribuyendo a reducir los riesgos epidemiológicos, que se incrementan exponencialmente en función del tamaño de las explotaciones”.
El proyecto de ley, según la exposición de motivos, pretende adoptar dos medidas: por una parte, limitar el tamaño de todas las explotaciones ganaderas intensivas extendiendo la limitación nacional establecida para las explotaciones de ganado porcino y, por otra, condicionando la implantación de explotaciones intensivas a la capacidad potencial de recepción de estiércoles de los suelos agrícolas de su entorno.
El artículo 8 de la futura ley que se encuentra en el periodo de admisión de enmiendas limita la capacidad máxima de las explotaciones ganaderas intensivas a 720 cabezas de ganado y reclama que sean capaces de absorber los fertilizantes que generan en un entorno máximo de cinco kilómetros.
Artículo publicado en elDiario.es Aragón