El centro derecha en Aragón se precipita hacia el abismo. Hacia su autodestrucción. Las próximas elecciones autonómicas y municipales podrían darle la puntilla definitiva. El PAR, tras 45 años de historia, está por primera vez en serio riesgo de desaparecer. Se está desangrando y, pese a que está en juego su supervivencia, nadie es capaz de frenar la revuelta interna, que por extraño que parezca tiene mucho que ver con la elaboración de listas y por mantener el poder. Mientras hay vida, hay esperanza de seguir en el poder, deben pensar los diferentes sectores enfrentados. Y nadie quiere renunciar a la porción que le pueda tocar. El PAR está dilatando su rebelión interna más tiempo de lo que es aconsejable a pocos meses de la cita electoral. Desde luego más de lo que desearía el socialista Javier Lambán, que ya empieza a mostrar su preocupación por la supervivencia de uno de sus aliados potenciales si quiere repetir mandato y no arrojarse a los brazos de otros partidos más incómodos para los socialistas, como Podemos o Aragón Existe, si finalmente entra en las Cortes.
En cuanto a Ciudadanos, el otro aliado posible de ese cuatripartito centrado con el que sueña Lambán, el congreso refundacional de hace una semana no ha logrado taponar la sangría interna. Sigue su descomposición. La vicealcaldesa de Zaragoza y una de las caras más conocidas del partido naranja, Sara Fernández, no ha dejado pasar ni 48 horas de la cumbre madrileña para anunciar que con ella no cuenten a partir de mayo y que tampoco descarta fichar por el PP. La desbandada seguirá en los próximos días con otros destacados dirigentes naranjas del Ayuntamiento y de las Cortes. Por lo pronto, ningún concejal naranja quiere optar a las primarias. Arrojan la toalla echando pestes del responsable regional, Daniel Pérez Clavo.
Están en juego quince escaños, los tres que tiene el PAR en estos momentos en las Cortes y los doce de Ciudadanos. Casi una tercera parte del Parlamento, un bocado muy apetecible que puede dar o quitar mayorías tras el 28 de mayo. Y el PP, al acecho.