El sudoku territorial ya encaja

Con más de 47.000 kilómetros cuadrados de territorio, la población de Aragón apenas llega a 1,3 millones de habitantes agrupados en 731 municipios y más de 1.400 núcleos dispersos de población, en parte condenados a desaparecer por falta de pobladores. Y frente a este desierto demográfico, sobresale la ciudad de Zaragoza, en la que reside casi la mitad de la población. El complejo mapa territorial y administrativo de la comunidad autónoma se complementa con las tres diputaciones provinciales y las 33 comarcas, configuradas a partir de 2001 como órganos supramunicipales que agrupan servicios y cuyo objetivo es facilitar la vida a los ciudadanos de los municipios más pequeños, que son mayoría en Aragón. 

La importancia de municipios y comarcas, ejes básicos de la compleja realidad territorial y organizativa de Aragón, encuentra reflejo en el Estatuto de Autonomía de 2007 en un título específico que regula la organización territorial y el gobierno local. El Estatuto hace alusión a las relaciones entre el Gobierno de la comunidad y los entes locales e incorpora los principios de la denominada Carta de Vitoria, suscrita en noviembre de 2005 con motivo del 25 aniversario de los ayuntamientos democráticos, que reivindicó el liderazgo de los municipios en la mejora de la calidad de vida y del proceso de modernización económica y de cohesión social y territorial que ha disfrutado España desde la celebración el 3 de abril de 1979 de las primeras elecciones municipales.

En ese documento, se vuelven a exigir soluciones urgentes a los problemas de financiación que han padecido los municipios desde siempre. La ansiada autonomía municipal, que supone garantizar una suficiencia financiera a los Gobiernos Locales para desarrollar aquellas funciones que se les atribuyan, sigue pendiente todavía hoy. 

Los municipios, pieza clave

En Aragón, los municipios han sido la pieza clave en la mejora de la vida de los ciudadanos garantizando unos servicios públicos de calidad, más allá de las competencias propias e incluso asumiendo el coste de la puesta en marcha de los servicios. Los municipios han protagonizado en exclusiva la gestión más cercana al ciudadano hasta que en 2001 nacieron las primeras comarcas, que dieron un vuelco a la prestación de los servicios básicos. La convivencia entre municipios y comarcas no fue fácil al principio y de difícil encaje también con las diputaciones provinciales, hasta que se fueron clarificando las competencias de cada administración.

José Pedro Sierra, alcalde del PP desde 1979 del municipio oscense de Peraltilla, recuerda que al principio de su mandato «todo estaba por hacer. No teníamos agua en las casas, ni alcantarillado, ni tampoco alumbrado en las calles». Sierra, uno de los alcaldes más longevos de Aragón, señala que «hemos pasado de hacer las infraestructuras básicas a construir polideportivos y piscinas». Ahora, «estamos en la tercera fase», con actuaciones que logren asentar la población en el municipio. Un objetivo que no está siendo sencillo y «eso que hemos logrado subir a 230 vecinos». «Hacer cosas por tu pueblo y que la gente siga confiando en ti es lo que me hace más feliz», comenta.

Manuel Murciano también ostenta el récord de ser el alcalde aragonés con más años de regidor. Es alcalde del pequeño municipio turolense de Moscardón. Tiene 81 años, desempeña el cargo desde las elecciones de 1979 y siempre con mayoría absoluta. Milita en el PAR aunque fue elegido por la UCD y después entró en el PP. «Me siento orgulloso de ser alcalde de mi pueblo y de la confianza y sinceridad de mis vecinos», asegura. 

En mayo se cumplirán 40 años de mandato de Ramón Laplana, alcalde socialista de La Fueva, en Huesca, desde 1983. «He sido alcalde de todos, no solo de los que me votan y me ha ido muy bien», comenta con satisfacción. «Cuando llegué a la alcaldía, me propuse mejorar la vida de los vecinos y ayudar a la gente, y creo que lo he conseguido», recuerda Laplana, quien reclama mayor financiación para que «los pequeños pueblos podamos hacer más cosas».

La paz llegó con la ley de financiación de Zaragoza

El presidente de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, firmaron en noviembre del pasado año la paz entre ambas instituciones con el convenio por el que el consistorio zaragozano va a percibir 112 millones de euros en cuatro años, hasta 2024. 

En virtud del convenio con el Gobierno de Aragón, recibirá 8 millones anuales del fondo no condicionados de la Ley de Capitalidad más otros 20 millones del convenio económico financiero entre ambas instituciones que, entre otros aspectos, recoge las políticas sociales. 

Se trata del primer convenio económico bilateral de Financiación para el periodo 2021-2024, previsto en la Ley 10/2017, de 30 de noviembre, de régimen especial del municipio de Zaragoza como capital de Aragón.

La Comarca del Aranda fue la pionera hace 21 años

La primera comarca aragonesa, la del Aranda, se constituyó en 2001 y marcó cuál iba a ser la senda por donde discurriría el desarrollo del mapa de delimitación comarcal aprobado años antes. La creación de la Comarca del Aranda, ubicada en la provincia de Zaragoza, fue aprobada en una ley y supuso el arranque de un nuevo nivel de administración en el que todos los municipios, por pequeños que estos fueran, iban a disponer a escasos kilómetros de una pequeña capital que pudiera ofrecer los servicios básicos de forma eficaz sin necesidad que depender de otras capitales a muchos más kilómetros. Esa fue la filosofía de este nuevo mapa administrativo en el que los 731 municipios de Aragón fueron repartidos entre 33 comarcas

Con la aprobación de la Ley de Medidas de Comarcalización por las Cortes de Aragón el 26 de diciembre de 2001 se daba el paso decisivo en el camino a la transferencia de responsabilidades, presupuestos y personal desde el Gobierno de Aragón hacia las comarcas. El proyecto se convertía en una realidad y nacía para solucionar los históricos problemas territoriales derivados de la enorme dispersión geográfica de la población y de los servicios e infraestructuras que iban a permitir proveer a los aragoneses de una mayor calidad de vida. 

Fue todo un proceso de descentralización. Las materias objeto de transferencia en un primer bloque fueron Acción Social; Cultura; Patrimonio cultural y tradiciones populares; Deporte; Juventud; Promoción del turismo; Servicio de recogida y tratamientos de residuos urbanos; y Protección civil y prevención y extinción de incendios.

De las 33 comarcas aragonesas, todas ellas excepto la última en constituirse, la Comarca Central, asumieron estas competencias. Aunque 21 años después, todavía no ha finalizado el proceso descentralizador iniciado.

Artículo pùblicado en El Periódico de Aragón