En siete días, el líder del PSOE ha recibido el respaldo de Pedro Sánchez y ha consolidado su poder orgánico al ser reelegido de forma aplastante para un tercer mandato con cerca del 97% de votos. Ha superado con comodidad el debate de la Comunidad ante un PP en horas bajas por el inminente cambio de líder y un Ciudadanos que sufre una desbandada de cargos orgánicos
Javier Lambán ha vivido su semana fantástica como líder del PSOE aragonés y como presidente del Gobierno autonómico. Pedro Sánchez viajó el pasado fin de semana para arropar, en medio de elogios mutuos, la reelección de Lambán al frente del partido en Aragón para un tercer mandato. El dirigente aragonés obtuvo un aplastante respaldo cercano al 97% de los asistentes al 17 congreso regional del PSOE aragonés, que ofreció una imagen desconocida de unidad y cohesión internas.
La semana de Lambán ha finalizado en las Cortes de Aragón, en donde ha superado con comodidad el segundo debate sobre el estado de la Comunidad de la legislatura. Se ha enfrentado en la tribuna a un PP en horas bajas, después de que su líder, Luis María Beamonte, haya anunciado, empujado por la dirección nacional del Génova, que se va en diciembre. Será sustituido por el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, quien todavía no ha aclarado si será también el cabeza de cartel de las próximas autonómicas. El otro partido de la oposición, Ciudadanos, atraviesa por una rebelión interna de grandes dimensiones que está provocando una cascada de dimisiones de cargos orgánicos críticos con el actual líder naranja y miembro destacado de la ejecutiva nacional, Daniel Pérez Calvo.
Días de vértigo y gloria
Han sido siete días de vértigo y también de gloria para el líder socialista, que logra coger oxígeno de cara a una larga campaña electoral que culminará en mayo de 2023. Lambán es consciente de que las elecciones autonómicas de 2023 van a ser muy reñidas con el posible ascenso del PP y el aterrizaje de Teruel Existe en el complejo tablero aragonés. Por ello, ha centrado todos sus esfuerzos en coser lo antes posible las heridas internas. En primer lugar, con Pedro Sánchez, con quien ha mantenido sonoros enfrentamientos públicos. La primera jornada del congreso celebrado el pasado fin de semana visualizó un simbólico borrón y cuenta nueva en las relaciones entre ambos dirigentes. Sánchez viajó el sábado a Zaragoza para abrir el cónclave y mostrar públicamente su respaldo al dirigente socialista. Ambos dirigentes mostraron su sintonía con un caluroso abrazo y con constantes elogios mutuos. “Querido amigo”, “querido Pedro“, son algunos de los apelativos cariñosos con los que se obsequiaron mutuamente.
En este clima de unidad y de paz interna, algo insólito en el PSOE aragonés, Lambán se ha empleado a fondo en diseñar una nueva dirección socialista de unidad e integradora de todos los sectores, e incluso de aquellos militantes que se habían enfrentado a Lambán, como la ex concejal Carmen Dueso, su rival en el anterior congreso regional.
El líder socialista se propone relanzar hasta la cita con las urnas un partido “más socialdemócrata, más aragonesista y que sea la casa de todos los socialistas, los que tienen carné y los que no”. Es decir, la estrategia pasaría por recuperar el apoyo de los votantes de izquierda desencantados con el PSOE y buscar el respaldo de los electores centristas, socialdemócratas y aragonesistas, en clara competencia con sus socios en el cuatripartito de Chunta Aragonesista y Partido Aragonés.
Objetivo: gobernar Aragón y Zaragoza
En la sesión de apertura del congreso regional, Sánchez señaló cuál debe ser el objetivo del partido en las elecciones de 2023: incrementar el apoyo electoral en la DGA y reconquistar Zaragoza, ahora en manos del popular Jorge Azcón, quien a mediados de diciembre será elegido presidente del PP aragonés y está en las quinielas para ser el candidato popular que se enfrente a Lambán en las autonómicas.
La financiación autonómica constituye uno de los ejes prioritarios del Gobierno de coalición que preside Lambán, quien tiene previsto asistir a la reunión programada para el 23 de noviembre en Galicia de varios presidentes autonómicos de la denominada España interior. “La defensa de una financiación justa, acorde al coste real de los servicios y del acuerdo bilateral económico-financiero incluido en el Estatuto de Autonomía”. Este es el acuerdo principal que adoptó el pasado lunes el cuatripartito en una reunión extraordinaria para ofrecer una imagen de cohesión interna entre los socios y fijar los objetivos de la segunda parte de la legislatura. Una reunión, a la que asistieron los líderes de PSOE, PAR, CHA y Podemos, que impulsó el proyecto de ley de presupuestos para 2022, que en breve dará se dará luz verde en un Consejo de Gobierno extraordinario y cuya aprobación no tendrá obstáculos en las Cortes.
La intención del Ejecutivo es que el presupuesto, cuyo techo de gasto superará por segunda vez en la historia los 6.000 millones de euros, pueda empezar a gestionarse a partir del 1 de enero, por lo que el cuatripartito va a imponer una acelerada tramitación parlamentaria a sus terceras cuentas.