España y Aragón se han despertado hoy socialistas. El Partido Socialista Obrero Español se ha impuesto con claridad en las elecciones generales de ayer domingo. Ha sido una victoria contundente. Por el contrario, el Partido Popular ha sufrido un desplome sin precedentes y ya se ha habla de refundación. Y pisándole los talones, Ciudadanos. Podemos ha sufrido un varapalo muy importante, pero sus diputados pueden ser determinantes en la gobernabilidad del país. Y Vox entra en el Congreso, aunque su resultado está muy por debajo de sus expectativas iniciales.
En Aragón, el PSOE ha pasado del 30% de los votos. Y Ciudadanos ha logrado sorprendentemente el sorpasso y se ha situado en segundo lugar por delante del PP.
Este es el mapa, a grandes trazos, dibujado por las elecciones generales del pasado domingo. Y casi sin apenas coger aire nos adentramos en la pendiente de las elecciones autonómicas, municipales y europeas del próximo 26 de mayo.
La pregunta es obvia: ¿Son estos resultados exportables a las elecciones autonómicas que se celebrarán en menos de un mes en Aragón? La respuesta es sí, pero no. No, porque entran en juego otras fuerzas políticas con peso territorial, como Chunta Aragonesista y Partido Aragonés, que no han concurrido a las generales. No, porque es posible que aquellos electores que han apostado por Vox en las generales como voto de castigo puedan decantarse en esta ocasión por alguna de las otras tres fuerzas de la derecha. Y no, porque la izquierda se presenta a los comicios autonómicos y municipales aún más fragmentada. Pero resulta evidente que PSOE y Ciudadanos se van a beneficiar en Aragón del viento de cola provocado por sus buenos resultados de ayer domingo.
¿Son estos resultados exportables a las elecciones autonómicas que se celebrarán en menos de un mes en Aragón? La respuesta es a la gallega: sí, pero no
