A principios de la década de los 90, el ya fallecido José Félix Sáenz Lorenzo era el líder del PSOE aragonés y firme candidato a encabezar la lista electoral de su partido a la Presidencia de Aragón. Pero intervino Madrid y frenó en seco su candidatura.
En las elecciones autonómicas de mayo de 1991, la ejecutiva federal impuso como candidato a un crecido y poco carismático José Marco, que en aquel momento caminaba con paso firme de la mano de Alfonso Guerra. Años antes también se había impuesto desde Madrid al entonces ministro Fernández Ordóñez como número uno por Zaragoza en las generales.
La reciente historia del PSOE aragonés está llena de ejemplos en los que la dirección federal ha modificado a su antojo, en función del equilibrio de fuerzas de aquel momento, las candidaturas que le presentan desde Aragón. A menudo, los viajes a Madrid no han sido de placer para los socialistas aragoneses, sino de tormento.
la democracia interna ha dejado paso al dedazo orgánico en el PSOE. También en el PP ha habido dedazo. En ese caso, ha sido un dedazo en forma de depuración de los fieles a Rajoy y Soraya
Es por eso que lo sucedido con las actuales candidaturas, aprobadas ayer por el Comité Federal, no es una excepción en la agitada trayectoria socialista. Ocurre, sin embargo, que en esta ocasión el choque ha sido muy violento. Un choque de trenes que tiene mucho que ver con el pulso público que han mantenido en los últimos meses Javier Lambán y Pedro Sánchez. Una durísima pugna que se ha cobrado varias víctimas en las listas autonómicas de Zaragoza y Teruel. Por el contrario, la lista avalada por el PSOE de Huesca, que siempre se ha posicionado a favor de Sánchez, ha salido indemne.
Al final, la democracia interna ha dejado paso al dedazo orgánico en el PSOE. También en el PP ha habido dedazo. En ese caso, ha sido un dedazo en forma de depuración de los fieles a Rajoy y Soraya. Y mientras tanto, todavía hoy seguimos sin saber si Podemos y Zaragoza en Común presentarán dos listas. El tiempo pasa rápido y ya no es momento de hablar de candidatos, sino de propuestas para el bienestar de los ciudadanos.