Carmen Martínez pasa estos días de confinamiento en su casa, en Villamayor de Gállego. Después de unas semanas desde que se decretase el estado de alarma, se ha diseñado una rutina adaptada a la situación actual: ” El trabajo ahora es distinto, pero no ha parado. Todas las mañanas me reúno con mis compañeros de grupo parlamentario de Chunta Aragonesista a través de videoconferencia, hacemos un análisis de la situación y debatimos sobre las estrategias y propuestas para la salida de esta tremenda crisis”.
Carmen Martínez lo tiene claro: “Aragón necesitará unos servicios públicos más fuertes, imprescindibles para no dejar a nadie atrás, e imprescindibles también para frenar las despoblación”. Señala que “ahora más que nunca afloran tanto las bondades de nuestro sistema como las carencias y tenemos que tomar nota de esto último para mejorar”. Le preocupa cómo pasan el confinamiento otras personas:”Hablo todos los días con más gente, especialmente con personas que conozco que están solas, porque en estos momentos tenemos que apoyarnos”.
En su día a día, ocupa más tiempo de lo habitual dedicado a la lectura. “Novelas para desconectar un poco, pero también ensayo para profundizar y reflexionar más en todo esto que estamos viviendo”. Aprovecha para estar con la familia y hacer deporte. “He instalado una red en el patio de casa para jugar al bádminton con mi hija”. Es un buen momento para retomar tareas pendientes “como pintar una barandilla que hace tiempo que lo estaba pidiendo a gritos”.