Qué pasa con el presupuesto

Por mucho que Jorge Azcón maree la perdiz culpando al Gobierno central, lo cierto, lo único cierto, es que entre sus responsabilidades está la elaboración de los presupuestos de Aragón para 2025 y, a mediados de noviembre, no han llegado a las Cortes y, lo que es peor, no parece que vayan a llegar en las próximas semanas. Quizás habría que recordar que la ley obliga al Gobierno a presentar el proyecto de ley de presupuestos antes del inicio del último trimestre del año. Es un requisito legal que, es cierto, no suele cumplir ningún Gobierno, pero en esta ocasión la situación es más grave porque todavía no se ha aprobado ni el techo de gasto, es decir, el dinero máximo que el Ejecutivo puede gastar en su presupuesto sin acudir al endeudamiento.

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Pero por sorprendente que parezca, Azcón y su consejero de Hacienda, Roberto Bermúdez de Castro, no aparentan estar muy preocupados por el hecho de incumplir la regla primera de cualquier Gobierno: aprobar el presupuesto anual. A estas alturas del año, la conclusión es que prefieren prorrogar los actuales presupuestos fuertemente expansivos en lugar de llevar a las Cortes un nuevo proyecto de ley condenado al fracaso por falta de apoyos parlamentarios de los populares. Una foto que Azcón quiere evitar a toda costa porque confirmaría la soledad de su Gobierno en el segundo año de mandato. Porque hay que recordar de nuevo que el PP, con sus 28 diputados, está en minoría desde que Vox lo dejó plantado el pasado verano para iniciar en solitario su esquizofrénica cruzada contra la inmigración.

Para sacar adelante su segundo presupuesto, Azcón necesita al menos de la abstención de la ultraderecha y el voto a favor de PAR y Teruel Existe. Y no parece que el líder del PP haya abierto ninguna negociación oficial para lograrlo.

Ante este aparente bloqueo, surgen numerosas dudas. Si no hay presupuesto, ¿qué va a suceder con los recurrentes y rimbombantes anuncios de proyectos inversores prometidos por Azcón y su Gobierno y que a menudo abren informativos y llenan páginas de periódico? ¿Hasta cuándo se va a prolongar esta situación de debilidad en el Pignatelli?

¿Debe Azcón someterse a una cuestión de confianza en las Cortes?