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Javier Lambán afronta una semana crucial en su lucha contra el cáncer de colon que padece. Este lunes pasa por el quirófano, meses después de que en febrero le fuera diagnosticada la enfermedad y que lo hiciera pùblico abiertamente, hablando claro y llamando al cáncer por su nombre.

En este tiempo, el presidente aragonés ha mantenido una intensísima actividad pública -no ha habido día sin declaraciones ni actos- que ha combinado con las sesiones de quimioterapia. Dejando claro que el cáncer no le va a doblegar ni le va a alterar la agenda.

Lambán encomendará su parte abdominal del cuerpo al conocimiento y eficacia del equipo médico que llevará a cabo la intervención, como él mismo dijo el viernes en las Cortes en una sesión emotiva en la que se sucedieron las muestras de cariño y las palabras de ánimo de los grupos políticos hacia el “amigo Javier Lambán”. La política dejó paso durante unas horas a lo humano y el. presidente agradeció con las manos en el corazón las muestras de apoyo de los parlamentarios. A los populares les costó más tiempo de lo que debería ser normal en una situación de esta dificultad sumarse a los aplausos generalizados de ánimo, pero al final el líder del PP aragonés, Luis María Beamonte, fue el primero en acercarse al escaño de Lambán a desearle suerte con un apretón de manos.

Es innegable que el paso por el quirófano de Lambán deja al Gobierno en situación de provisionalidad y genera las lógicas incertidumbres de futuro. Porque su baja obligada se añade a la del vicepresidente, Arturo Aliaga, que sigue ingresado en el hospital. Desde el Gobierno se aseguró el viernes que Aliaga podría obtener el alta en los próximos días para reincorporarse a la actividad desde su domicilio particular. A Aliaga, por cierto, no le habrá hecho mucha gracia la carta que han hecho pública esta semana tres ex dirigentes del PAR, José Ángel Biel, José María Mur e Hipólito Gómez de las Roces, reclamando la celebración de un congreso y la elección de nuevas caras al frente del partido aragonesista. Pero eso forma parte de la política.

Suerte, presidente

Por Conrad Blásquiz

Me llamo Conrad Blásquiz Herrero, soy periodista, consultor en comunicación y un apasionado de la información política. Soy autor del libro “Aragón, de la ilusión a la decepción ¿la Autonomía en crisis? “. Durante más de 15 años, he recorrido diariamente los pasillos del Palacio de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, escribiendo sobre la actualidad parlamentaria de la Comunidad Autónoma para las páginas de El Periódico de Aragón.