Que se pongan en marcha las ayudas al funcionamiento de las empresas en Teruel es histórico, dice la ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero. Es, continúa, un paso de gigante. Se trata de una medida ambiciosa, le respalda José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social. Pues gracias por la limosna. Es lo único que le ha faltado contestar ante tamaño discurso a Teruel Existe en Madrid estos días atrás. Desde el “cumplen, pero jodo si cuesta” de la senadora de la agrupación turolense Beatriz Martín, al no aceptaremos menudencias y la amenaza del diputado de los que existen, Tomás Guitarte, de no apoyar los presupuestos generales del Estado, si las ayudas siguen el camino de la enorme cicatería que está demostrando el Gobierno central con los despoblados. Estoy cabreada, lo sé. En el aire se respira en estos momentos aquel “a la mierda” de un hombre sin más. El que defendió su tierra con uñas y dientes, con su guitarra a cuestas, sus himnos eternos  y esas ideas que cantaban a la igualdad. El gran Labordeta.

Europa, en abril de 2021, autorizaba a España a que los desiertos demográficos de Teruel, Cuenca y Soria, 9, 8 y 12 habitantes por kilómetro cuadrado, recibiesen ayudas para salir del cáncer que los está diezmando, el de la despoblación.  Al tratamiento lo llaman ayudas al funcionamiento de empresas. Europa autorizaba a España a poder aplicar las máximas bonificaciones. Es decir, el ahorro del 20% de los costes salariales de los empresarios. Un año y medio después, el mismísimo presidente Sánchez, por fin, hacía el anuncio que se convertiría en el de la decepción. Se aplicará una rebaja del 5% de los contratos indefinidos, no de los costes del salario, sino de una parte de la cuota a la seguridad social. Un 15% para los que creen nuevos empleos también indefinidos, un 20 para los que lo hagan en poblaciones de menos de mil habitantes.

Lo van a entender rápido. La mayor parte de los empresarios turolenses se van a ahorrar 17,6 euros al mes por cada trabajador. Han leído bien, 17 eurazos al mes, regalazo anticipado de reyes. Si aplicaran lo que autoriza Europa serían casi 400 euros mensuales. Por supuesto, los 13 mil autónomos de la provincia no entran en el reparto de semejante pastel. Dice la ministra Montero que se trata de atraer población y crear nuevos empleos y es lo que premian. A los autónomos que vengan a vivir aquí les conceden el privilegio de pagar 80 euros de seguridad social los tres primeros años. ¿De verdad creen que con tan impresionantes incentivos alguien va a querer instalarse en Teruel? Parece un chiste, sólo que no lo es.

Fernando, un hostelero, con tres indefinidos a su cargo, lleva días siguiendo la noticia. “Si estas son las ayudas que tanto hemos esperado no llegan ni a propina, es más el ridículo que nos están haciendo pasar. Me ahorraría 51 euros mensuales. Me costará más dinero solicitar la ayuda que recibirla”. Silvia tenía en un local su agencia de viajes pero la pandemia le hizo hacer las maletas y  llevársela a casa. Sin trabajadores, ella simplemente no existe en estas bonificaciones. “Me parece una tomadura de pelo, otra más”. Es de Zaragoza, pero hace 5 años que decidió echar raíces en la tierra de su familia. Me cuenta que si se hubiese quedado en la capital aragonesa tendría mucho más trabajo, pero apuesta por Teruel y quiere que sus hijos tengan la oportunidad de quedarse aquí. “Hay que luchar mucho para que esto no se vacíe más lo que está”.

Reconoce el ministro Escrivá que el porcentaje de autónomos en Teruel es altísimo. Recuerda que el año que viene podrán beneficiarse del Régimen Especial de Autónomos que permitirá, a todos los del país, no sólo a los turolenses, cotizar por ingresos reales, aunque admite que en esta provincia esos ingresos están muy por debajo de la media nacional.

Qué mala fortuna han tenido esos 13 mil autónomos de crear sus negocios antes de este año. Culpa tendrán de haber nacido aquí y de apostar por una tierra que sale adelante gracias a ellos a pesar de que insisten en quedarse y no emigrar aunque sus negocios sean menos rentables en un mercado limitado y reducido.

Y así están las cosas por Teruel, indignado una vez más.  El PP echa en cara al gobierno lo pretos, como decimos aquí, que son con estas miserables ayudas. Se olvidan que desde 2014, Mariano Rajoy podía haber solicitado la autorización europea. Ciudadanos se suma a la reivindicación, pero saben que no pintan mucho en esta negociación.  PSOE y Gobierno de Aragón no alzan la voz, defienden su puesta en marcha y vuelven a decir que los lamentos no ayudan. Así que toca que el voto de Teruel Existe sea clave para aprobar las cuentas del Estado y logren algo más que propinas para los pedigüeños.

Y aquí que soñábamos con la luna. Hasta creíamos que pudiéramos ser la nueva agencia espacial española inmersa en un proceso que está lejos de ser justo. Piden AVES que ellos mismos negaron y un sinfín de requisitos que dejan sin posibilidades a toda la España Vaciada. Y eso que se descentraliza para, entre otras cosas, apoyar a los despoblados. Pero ni un solo punto dan por ser pocos. El lema tan de moda en Teruel, el de ser pocos no resta derechos, no es cierto. Sí resta, está claro. A la mierda.

Por Conrad Blásquiz

Me llamo Conrad Blásquiz Herrero, soy periodista, consultor en comunicación y un apasionado de la información política. Soy autor del libro “Aragón, de la ilusión a la decepción ¿la Autonomía en crisis? “. Durante más de 15 años, he recorrido diariamente los pasillos del Palacio de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón, escribiendo sobre la actualidad parlamentaria de la Comunidad Autónoma para las páginas de El Periódico de Aragón.